Ficha técnica
Título: La Senda del Perdedor
Autor: Charles Bukowski
Subgénero: Realismo sucio
Editorial: Anagrama
Páginas: 222
¿Qué vas a encontrar en este artículo?
La senda del perdedor es la cuarta novela de Charles Bukowski, publicada en 1982 con el título Ham on Rye (Jamón en centeno), mismo que hace alusión a la obra de Salinger, El guardián entre el centeno; sin embargo, este nombre no fue conservado en su traducción al español.
Sinopsis
En esta historia, el autor cuenta algunas partes de su vida, a través de su alter ego, Henry Chinaski, quien nos es presentado desde su niñez hasta su juventud. Henry muestra, a través de una rebeldía que en ocasiones cae en el cinismo, una verdadera lucha por el ser auténtico dentro de una sociedad falsa, clasista y excesiva. El protagonista es de carácter difícil y encima vive en un ambiente duro, que parece absorberlo; en su día a día se encuentran presentes la decadencia, el sexo, el alcohol y la desesperación, siendo hasta cierto punto víctima de su entorno.
Con esta novela, Bukowski evidencia la contraparte del sueño americano, la sociedad pobre, la vida ruda de las calles; señala a aquellos que viven con una completa ausencia de ilusiones, quienes lo único que desean, de algún modo, es evadirse.
Estructura de la obra
La senda del perdedor es un libro compuesto por 58 breves capítulos intitulados, narrados en primera persona.
Opinión personal
La senda del perdedor es un libro sincero, de un escritor directo y sin pretensiones, el cual narra una vida de forma realista pero con un estilo interesante y hasta perturbador. Su prosa minimalista y fluida genera un ambiente narrativo parco y sombrío, que te permite acercarte al mundo del protagonista; un hábitat violento, frío, distante y desesperanzador, que el autor no pretende negar ni embellecer, siendo su únicos “adornos” palabras soeces y un lenguaje coloquial.
La senda del perdedor es excelente para conocer a Bukowski y comprender mejor el realismo sucio, movimiento del cual es un gran exponente. Además, es uno de los títulos favoritos de los lectores de este autor, por lo cual es una novela totalmente recomendable para aquellos quienes disfrutan de las narraciones sin tapujos, ni hipocresías.
Público recomendado
Personas de 18 años en adelante a las que les gusten las historias realistas.
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Frases de La senda del perdedor
"No valía la pena confiar en ningún otro ser humano. Los hombres no se merecían esa confianza". Charles Bukowski. Click To Tweet “Qué tiempos tan frustrantes fueron aquellos años: tener el deseo y la necesidad de vivir pero no la habilidad”. Charles Bukowski. Click To Tweet “Cuando la verdad de alguien es la misma que la tuya y parece que la está contando sólo para ti… eso es fantástico”. Charles Bukowski. Click To Tweet“Lo mejor del dormitorio era la cama. Me gustaba estar en la cama durante horas, incluso de día, con las sábanas subidas hasta la barbilla. Allí se estaba bien, nunca ocurría nada, no había gente, nada”. Charles Bukowski.
“El beber era lo único que evitaba que un hombre se sintiera desplazado e inútil. Todo lo demás era luchar y luchar, abriéndose paso a tajos. Y nada era interesante, nada. Todo el mundo era igual, reprimiéndose y controlándose. Y yo tenía que vivir con esos mamones el resto de mis días”. Charles Bukowski.
“Hacer cosas normales como ir a comidas campestres, fiestas de Navidad, el 4 de Julio, el Día del Trabajo, el Día de la Madre… ¿acaso los hombres nacían para soportar esas cosas y luego morir? Prefería ser un lavaplatos, volver a mi pequeña habitación y emborracharme hasta dormirme”. Charles Bukowski.
“Yo era pobre e iba a continuar siéndolo. Pero tampoco deseaba especialmente tener dinero. No sabía qué es lo que quería. Sí, lo sabía. Deseaba algún lugar donde esconderme, algún sitio donde no tuviera que hacer nada. El pensamiento de llegar a ser alguien no sólo no me atraía sino que me enfermaba”. Charles Bukowski.
“La vida del hombre normal y sano era tediosa, peor que la muerte. Parecía no haber alternativa posible. Y la educación también era una trampa. La poca educación a la que me había permitido acceder me había hecho más suspicaz. ¿Qué es lo que eran los doctores, abogados y científicos? Tan solo eran hombres que habían permitido que los privaran de su libertad de pensar y actuar como individuos”. Charles Bukowski.