biografía frank herbert

Frank Herbert (1920-1986) nació y creció en la ciudad portuaria, Tacoma, ubicada en Washington, al extremo noroeste de Estados Unidos. Siendo niño, sus aficiones consistían en explorar la naturaleza, pescar y jugar entre los barcos. Era un chico inteligente pero solitario, quizá por el alcoholismo de sus padres, quienes tal vez bebían por lo difícil que fue la Gran depresión.

No obstante, el pequeño Frank encontró un grato refugio en la literatura, volviéndose asiduo lector de autores como Ezra PoundGuy De MaupassantMarcel Proust y Ernest Hemingway. A los 8 años les dijo a todos que su destino era ser escritor, comprometiéndose tanto que a los 12 ya dominaba la obra de Shakespeare.

Durante su juventud llegó a vender sus relatos a distintas revistas de la costa noroeste, pero no dejaría de ser un escritor freelancer hasta los 40 años, cuando una agencia de revistas de coches y otros hobbies aceptó publicar su ópera espacial, Dune. Antes de eso trabajó como fotógrafo naval (en la segunda guerra mundial), presentador de radio, pescador de ostras, y lo que sería la mitad de su vida: periodista. Sin embargo, la suerte parecía no favorecerlo y constantemente quedaba desfondado, siendo su esposa quien sostenía la familia.

Seguramente basado en sus experiencias como fotógrafo naval, en 1956 publicó por entregas en la revista pulp de ciencia ficción, Astounding, una novela psicológica acerca de un submarino de guerra en un futuro no muy lejano, titulada El dragón en el mar. En tal obra, Herbert confina un grupo de militares al estrecho espacio de un vehículo subacuático, con una misión por demás peligrosa: descubrir por qué no han regresado los últimos 20 espías, como ellos, enviados a las costas enemigas. También llamado Bajo presión, este libro fue recibido favorablemente por la crítica, siendo considerado un excelente thriller, tanto por la turbación mental capturada en sus páginas, como por la calidad de su escritura y la cantidad de investigación que lo respalda.

En 1958, investigando para un reportaje acerca de los experimentos ecológicos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, Frank se subió a una avioneta y sobrevoló la zona arenosa de la ciudad costera, Florence, donde las dunas estaban desplazándose hasta invadir casas e incluso acabar con la vida de algunas personas.

Desde las alturas, Herbert pudo observar que, aunque lo hace más lentamente, la arena se mueve como las ondas marinas, también contando con su capacidad destructiva.  El trabajo del Departamento de Agricultura consistía en sembrar pastizales y así detener el curso de la arena, lo cual maravilló a Frank Herbert, pues nunca había visto de manera tan clara un enfrentamiento entre el ser humano y la naturaleza. Marcado por esta experiencia, al escribir su obra magna planteó que los habitantes del planeta desértico Arrakis, también conocido como Dune, esperan la llegada de una era de prosperidad en la cual el verdor de los árboles reemplazará al árido tono de la arena. No obstante, conforme avanza en la redacción, Frank vislumbra el cumplimiento de su ideal y no le agrada lo que atisba. ¿Tener a nuestro alcance todos los recursos, es lo mejor? A decir verdad, se supone que Dune llegó a ser desértico porque generaciones anteriores lo consumieron todo, así que quizá afanarse en derrotar al desierto y volver a la abundancia tal vez no sea la solución; de hecho, parece que los individuos adquieren una ética superior, más digna y noble, una vez que ellos se adaptan al ecosistema.

Herbert no pudo vender su nota sobre las dunas de Oregon, pero sí que ganó algo importante con la experiencia, pues se hizo de la idea principal de su gran novela: Dune. Además, a partir de ello se interesó vivamente en la cultura de los pueblos del desierto (sobre todo apaches y árabes), adquiriendo los elementos que complementarían aquélla. Cuando Dune estuvo lista para su publicación, después de siete años de investigación y redacción, fue rechazada por más de 20 casas editoriales. Los editores simplemente no estaban acostumbrados a sagas espaciales cercanas a las 1000 páginas, y no querían aventurarse en la realización de algo así. Pero en 1965 la agencia de revistas de autos y otros hobbies, Chilton, sí estuvo dispuesta a correr el riesgo, y rápidamente quedó comprobado que acertaron al publicar la obra de Frank Herbert, pues en 1965 ganó el prestigioso premio de ciencia ficción, Nébula, y en 1966 el premio Hugo. Los fans sólo han aumentado desde entonces.

Durante los últimos 20 años de su vida, este autor se dedicó a vivir de manera ecológica, 100% sustentable y en balance con el ecosistema (un tiempo en Vietnam y después en Hawái), así como a prolongar su serie intergaláctica con otros cinco volúmenes, legando un total de seis libros que conforman la saga original de Dune.

dune 2. el mesias de dune frank herbert

El mesías de Dune

(1968)

dune 3. los hijos de dune frank herbert

Hijos de Dune

(1976)

Dios emperador de Dune

(1981)

Herejes de Dune

(1984)

Casa capitular Dune

(1985)

Tras la muerte de Frank Herbert, su hijo y también escritor, Brian Herbert, junto con Kevin J. Anderson, se dieron a la tarea de continuar las crónicas de Dune por su cuenta, llegando a ampliar esta colección a 15 volúmenes. Mi recomendación para quienes desean leer esta saga, es ir directamente a los libros escritos por Frank Herbert (comenzando con su título de 1965).

Tema principal en la obra de Frank Herbert: el problema del mesianismo

En diferentes ocasiones Frank Herbert declaró que el tema principal de Dune es una crítica al mesianismo, al cual consideraba una necesidad natural de los seres humanos, consistente en subordinarse a un líder fuerte y carismático, al cual se le confiere la responsabilidad de tomar las decisiones difíciles. Considerando que ningún ser humano es perfecto, pues todos tenemos aciertos y errores, lo peor del mesianismo según Herbert, además de representar la elusión de la responsabilidad individual, es que el mesías, líder, héroe o como sea llamado, también recibe atributos superiores a lo común, de manera que realmente se convierte en un súper héroe, dado el enorme poder que le es cedido. Para Frank, cuando un súper héroe intenta hacer mucho bien, también representa que desencadenará un gran mal, súper mal, así que tener un mesías es algo que ningún individuo íntegro y sensato debería desear. Su mensaje contra el mesianismo es la autosuficiencia ecológica.

Influencias en la literatura de Frank Herbert

Algo característico de Dune es la variedad de influencias manifiestas en sus páginas, en las cuales hay varias situaciones análogas a la vida de personajes históricos, como Alejandro Magno y Lawrence de Arabia. Las referencias a la literatura de Homero, Sófocles, Shakespeare, Samuel Butler, Edgar Rice Burroughs, Isaac Asimov y Dostoyevski, son constantes. En la parte psicológica destaca la influencia de Carl Jung, mientras que a la parte ecológica es Rachel Carson quien le da forma. La semántica de Alfred Korzybski, así como el taoísmo y el budismo zen, conforman el respaldo filosófico. En la cuestión antropológica, Frank Herbert estudió el clásico La rama dorada, de George Frazer. El teorema de la incompletitud de Gödel cubre la parte matemática, y el Principio de incertidumbre de Heisenberg, la física. Finalmente, la imagen mesiánica planteada en Dune tiene detalles religiosos planteados en la Biblia y el Corán.

Frases de Frank Herbert

“Todos los estados son abstracciones”. Frank Herbert. Click To Tweet “La corrupción lleva infinitos disfraces”. Frank Herbert. Click To Tweet “Las leyes supresoras tienden a fortalecer lo que prohíben”. Frank Herbert. Click To Tweet “No hay escapatoria… Pagamos por la violencia de nuestros antepasados”. Frank Herbert. Click To Tweet “El hecho de que no podáis imaginar una cosa no la excluye de la realidad”. Frank Herbert. Click To Tweet “No hay ningún secreto en el equilibrio. Lo único que necesitas es sentir las olas”. Frank Herbert. Click To Tweet “Todos los seres humanos son propensos al error, y todos los líderes son seres humanos”. Frank Herbert. Click To Tweet “El concepto de progreso actúa como un mecanismo de protección destinado a defendernos de los terrores del futuro”. Frank Herbert. Click To Tweet “Si deseas la inmortalidad, niega la forma. Todo cuanto posee forma, posee mortalidad. Más allá de la forma se encuentra lo informe, lo inmortal”. Frank Herbert. Click To Tweet “Para conocer bien una cosa, debes conocer sus límites. Tan sólo cuando es llevada más allá de su tolerancia puede ser vista su auténtica naturaleza”. Frank Herbert. Click To Tweet “Cada civilización debe contender con una fuerza inconsciente que puede anular, desviar o revocar casi cualquier intención consciente de la colectividad”. Frank Herbert. Click To Tweet “Cuando la ley y el deber son una sola cosa, unida a la religión, uno pierde algo de su conciencia. Entonces, uno es algo menos que un individuo completo”. Frank Herbert. Click To Tweet “En las profundidades de nuestro inconsciente hay una obsesiva necesidad de un universo lógico y coherente. Pero el universo real se halla siempre un paso más allá de la lógica”. Frank Herbert. Click To Tweet “El juego más peligroso del universo es gobernar sobre una base oracular. Nosotros no nos consideramos tan sabios o valerosos como para aventurarnos a tal juego”. Frank Herbert. Click To Tweet “La burocracia destruye la iniciativa. Hay pocas cosas que los burócratas odien más que la innovación, especialmente la innovación que produce mejores resultados que las viejas rutinas”. Frank Herbert. Click To Tweet “Y este es el camaleón del desierto, cuya habilidad para confundirse con lo que lo rodea te dice todo lo que necesitas sabes acerca de las raíces de la ecología y los fundamentos de la identidad personal”. Frank Herbert. Click To Tweet “Los imperios no sufren de falta de finalidad en el momento de su creación. Es luego cuando se produce ésta, cuando ya están establecidos y sus objetivos iniciales son olvidados y reemplazados por vagos rituales”. Frank Herbert. Click To Tweet

“La educación no es un sustituto para la inteligencia. Esa elusiva cualidad es definida tan sólo en parte por la habilidad en resolver rompecabezas. Es en la creación de nuevos rompecabezas que reflejen lo que tus sentidos informan que completas la definición”. Frank Herbert.

“No conoceré el miedo. El miedo mata la mente. El miedo es el pequeño mal que conduce a la destrucción total. Afrontaré mi miedo. Permitiré que pase sobre mí y a través de mí. Y cuando haya pasado, giraré mi ojo interior para escrutar su camino. Allí por donde mi miedo haya pasado ya no quedará nada, sólo estaré yo”. Frank Herbert.

“No importa cuán exótica se vuelva la civilización humana, no importa el desarrollo de la vida y la sociedad ni la complejidad de las relaciones máquina-hombre; sea como sea, siempre se producen interludios de solitario poder durante los cuales el curso de la humanidad, el auténtico futuro de la humanidad, depende de las acciones relativamente simples de una sola individualidad”. Frank Herbert.

“Existe un límite a la fuerza que ni siquiera los más poderosos pueden aplicar sin destruirse a sí mismos. Juzgar este límite es el auténtico arte de gobernar. Usar mal este poder es un pecado fatal. La ley no puede ser un instrumento de venganza, nunca un rehén, no una fortificación contra los mártires que ha creado. Uno no puede amenazar a una individualidad y escapar de las consecuencias”. Frank Herbert.

“No se puede evitar la influencia de la política en el seno de una religión ortodoxa. Esta lucha por el poder impregna el adiestramiento, la educación y la disciplina de una comunidad ortodoxa. A causa de esta presión, los jefes de una tal comunidad deben afrontar inevitablemente este último dilema interior: sucumbir al más completo oportunismo como precio para mantener su poder, o arriesgarse al sacrificio de sí mismos en nombre de la ética ortodoxa”. Frank Herbert.

“La grandeza es una experiencia transitoria. Nunca es consistente. Depende en parte de la imaginación humana creadora de mitos. La persona que experimenta la grandeza debe percibir el mito que la circunda. Debe reflexionar que es proyectado sobre su cabeza. Y debe sentir una fuerte inclinación a la ironía. Esto le impedirá creer en su propia pretensión. La ironía le permitirá actuar independientemente de ella misma. Sin esta cualidad, incluso una grandeza ocasional puede destruir a un hombre”. Frank Herbert.

“Limítate a la observación, y siempre dejarás de lado el objetivo de tu propia vida. Ese objetivo puede ser enunciado de esta forma: vive la mejor vida que te sea posible. La vida es un juego cuyas reglas aprendes si saltas a ella y la juegas a fondo. De otro modo, serás atrapada en equilibrio precario, viéndote sorprendida constantemente por los cambios del juego. Los no jugadores gimen y se quejan a menudo de que la suerte siempre pasa de largo por su lado. Se niegan a ver que pueden crear algo de su propia suerte”. Frank Herbert.

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